Recuerdo que mi abuelita materna, que en paz descanse, comentaba que “era inútil que los niños perdiéramos el tiempo estudiando historia en la escuela, pues estábamos perdiendo el tiempo”. Pensaba que, si el hombre ya había llegado a la luna, había que ver hacia adelante y no hacia atrás, y que debíamos usar nuestro tiempo en matemáticas, computación y ciencias.
Parece que las escuelas la escucharon. Mis hijos son muy buenos en matemáticas, pero no tienen idea el porque el “15” de marzo no tuvieron clases “online”. No saben que el 21 de marzo se conmemora el natalicio de Don Benito Juarez, y que por hacerlo “puente” hace unos años decidieron nuestros gobernantes recorrer los días festivos al primer lunes de esa semana.
Tampoco saben mis hijos la gran aportación de Don Benito Juarez. Para citar un ejemplo: Las leyes de Reforma, que fueron un gran salto hacia el futuro.
Recuerdo que pasaba largas horas estudiando a nuestras culturas prehispánicas, de hecho, un profesor nos hizo aprender los nombres de los gobernantes en orden y también el nombre de los dioses mexicas.
Mi padre, aunque no se llevaba muy bien con mi abuelita, en este sentido estaba de acuerdo. Me veía estudiar tardes enteras la materia de historia y me preguntaba: Eso en la vida… ¿Para qué te va a servir?
Lo acepto, siempre fui una “nerd, matada o ñoña” desde que entré al kínder, así que yo estudiaba todo lo que me dejaban en el colegio, y tampoco entendía mucho el sentido de estudiar historia.
Salí de la prepa, y elegí estudiar para ser contadora. Una carrera “Que, si me sirviera en la vida” siguiendo los sabios consejos de mi padre y de mi abuela, pero después me pregunté: ¿Realmente, estudiar historia no sirve para nada?
Creo, con todo respeto a mis ancestros, que estudiar historia, es “estrictamente indispensable” para vivir mejor. No solo la historia que me obligaron a estudiar en la escuela, sino ir mas allá y estudiar la historia de todo lo que sea posible. Por citar un ejemplo, La revolución rusa de 1917, el nacimiento y la caída de la U.R.S.S. ¿Cómo van a saber mis hijos que es el comunismo si no tienen ni idea que alguna vez existió la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas? ¿Cómo explicarles el cómo cayó esta nación en la desgracia comunista, y como este sistema de “economía planificada” no funcionó ni funcionará nunca si no tienen idea de lo que pasó en Rusia?
Al conocer la historia les puedo decir a mis hijos:
- Si el gobierno empieza a expropiar empresas privadas, ¡CORRAN!
- Si empiezas a escuchar un discurso a favor de los pobres y con ese pretexto castigan a la iniciativa privada con altas cargas impositivas ¡CUIDADO!
- Si en el país en donde vives observas que la clase media se está terminando y quedan solamente unos cuantos adinerados y muchos pobres, PON ATENCIÓN, PUEDE HABER UNA REVOLICIÓN.
Pues, aunque pareciera que el comunismo es una amenaza que quedó en el pasado, hoy en día está tomando fuerza, y lo podemos ver en Venezuela, donde tal vez, no estudiaron suficiente historia.
Estoy leyendo un libro que me regalaron en la Cámara de Diputados de Heberto Castillo que se llama “Si te agarran te van a matar”. A pesar del internet, donde puedo acceder a prácticamente toda la información que quiera, y de mi gran interés por la historia, jamás me imaginé que el antes presidente Gustavo Diaz Ordaz reprimiera de esa forma a los ideólogos comunistas. Cuestión que no juzgo, pues solamente estoy leyendo “un lado de la historia”. Sin embargo, saber que en México había, en cierta forma, intelectuales casados con la ideología comunista me hace ver que conozco muy poco de la realidad de mi país.
Hablando de otros temas, por ejemplo, la importancia de estudiar la época Colonial donde México era llamado “Virreinato de la Nueva España” ya que aun hemos heredado varias actitudes racistas y clasistas de aquella época que debemos suprimir.
O quizá la historia de los Estados Unidos. Me llamó la atención que en el libro que estoy leyendo, Heberto Castillo daba su opinión con respecto al tema de los Estados Unidos, mismo que cito a continuación:
“Tal vez, las autoridades conozcan una historia distinta a la que a mí me enseñaron en la escuela. Es probable que ellos piensen que “las innumerables agresiones que México ha sufrido de parte de los países socialistas, lesionando su integridad territorial, su independencia económica y su soberanía, no pueden echarse en saco roto” (aun cuando debo manifestar mi ignorancia y confesar que no tengo conocimiento alguno de semejantes agresiones) …
… aprendí con mis maestros y mis libros que los intereses expansionistas e imperialistas de los gobiernos del norte habrían agredido a México y a los países latinoamericanos no una, sino muchas veces…
… jamás supe de agresiones de la U.R.S.S. ni más tarde conocí de actos inamistosos de los países socialistas”
Es cierto, los países socialistas jamás habían agredido a México (bueno, pero lo que Heberto no mencionó es como la U.R.S.S. agredió a sus países vecinos anexándolos casi a la fuerza e imponiendo un muro en Berlín que había costado la mayor desgracia a los desdichados berlineses que se habían quedado del lado ruso
Sin embargo, esto no quita que los Estados Unidos hayan abusado y SIGAN abusando de nosotros, con la eterna y silenciosa “amenaza” de un bloqueo económico si no les “place” nuestra legislación.
Estimado lector o lectora (ya que andamos de feministas, que también debemos conocer la historia del feminismo) tal vez usted opine que no tiene caso que, nosotros, los que solamente participemos como “extras” en la historia de la humanidad conozcamos la historia, pues no seremos nosotros quienes la modifiquemos. Tal vez tenga razón, pero lo que si le puedo decir es que el conocimiento de la historia nos da el “poder” para decidir como dirigir nuestras vidas ante el tan cambiante entorno en el que vivimos.
Ma. C.P. Adela Zonana