Hace un año nadie de nosotros se hubiera imaginado lo que estaba a punto de suceder, y ahora, de repente pareciera que llevamos viviendo así por mucho tiempo.
En el mes de marzo del todavía presente año, nos empezamos a dar cuenta que el asunto del nuevo virus no era un asunto que le tocaba a China, a Italia, o a España, sino que de repente lo sentimos cerca. De que pronto aparecieron casos en México y entonces si empezamos todos los mexicanos a pensar en el tema.
La prensa rápidamente empezó a inundarnos con miles de noticias del nuevo virus, y los mejores médicos trataban de “educar” a la población intentando persuadir “por la buena” que nos quedemos en casa. Entrecomillé “por la buena” porque fue a base de miedo esta persuasión. Nos decían:
- Qué era letal, que no había cura y que la mayoría se salvaría pero que, si el 1% de la población muriera, en un país de aproximadamente 126 millones de habitantes, podrían morir mas de un millón de mexicanos.
- Qué debemos pensar en los demás, que tal vez nosotros seríamos asintomáticos pero que podríamos contagiar sin saberlo a gente que si pudiera morir.
- Qué si una persona padecía de obesidad, diabetes, hipertensión tabaquismo, tenía mas de 60 años se consideraba “persona vulnerable” y tenía más probabilidades de morir de ser contagiado.
- Qué si no teníamos ninguna de las comorbilidades y éramos jóvenes, también podríamos morir
- Qué se iban a saturar los hospitales y que no habría camas de hospital para todos los que las necesitaran.
Lo más curioso de todo, es que todos escuchamos mas o menos las mismas noticias, pero como dicen popularmente “cada cabeza es un mundo” y por eso el Covid 19 vino a desnudar la verdadera personalidad de la gente. Hay muchísimos ejemplos divertidos de lo que el virus puso en relieve.
A continuación, describo algunos de ellos:
- El Flojo:
¡Con una felicidad interior inimaginable, el flojo ya tiene el mejor pretexto para no ir a trabajar! ¡Sin duda uno de los beneficiados por el virus!
- El Anti-Social
Si era una persona que de por si no le gustaba la vida social, rápidamente dijo que “estaba feliz de quedarse en casa salvando vidas” mientras lo que en realidad estaba pasando es que ya tenía un buen pretexto para no tener que “hacer plan” y salir con amigos. Aunado a que odia las juntas presenciales y ahora por gracia divina ya solo debe tener juntas virtuales. - El Paranoico:
No podía faltar, se pone el cubrebocas hasta en su casa y desinfecta todo lo que viene de fuera. Se baña varias veces al día y reenvía toda clase de mensajes de espanto por Whats App para que los demás “hagan conciencia” y también se asusten. Piensa que “hubo un joven que no tenía nada y se murió” y que por eso él se puede morir también. Vive estresado y le ve cara de virus a todo el mundo. Por su puesto no sale de casa y si lo hace la pasa realmente mal. Es el portador de todas las malas noticias, está al día con las cifras, con los contagios, y siente que el virus va a flotando por el aire y se lo va a comer. - El Fascista
Es que el que se queja terriblemente de las medidas del gobierno. Piensa que deberían multar a la gente por salir a la calle, y despotrica en redes sociales. Amaría vivir en Italia o en España y se la pasa exigiendo que le quiten libertad a la gente (y por supuesto, al el también, siempre vale la pena sacrificar libertad por seguridad).
- El Rebelde
Es el que le tira a que será uno de los asintomáticos y está totalmente en contra de que se cierre la economía. Piensa que cada persona debería ser responsable de si misma y que los que no quieran salir de su casa se queden encerrados, pero que no estén “molestingando” a los demás. ¡Qué se encierren los obesos los hipertensos, los diabéticos y los viejitos, y a los demás que nos dejen trabajar! - El Hipocondriaco
A este sujeto ya le dio el “Covid psicológico” varias veces. Es más, dice que, si puede dar varias veces y que la inmunidad es mentira, aunque en realidad ni siquiera se hizo la prueba. Lo peor es que corre la voz y enciende a los paranoicos. - El Creyente
De mis personajes favoritos, está convencido de que a el no le va a pasar nada pues su Poder Superior lo cuida, es más, es tan creyente que organiza rezos en casas y reuniones para orar que no le dé Covid a nadie. Cuando a alguien de la congregación muere por Covid, contesta: “Los caminos de Dios no son los caminos del hombre” y con esa frase libra todos los cuestionamientos.
- El Criticón
Este si que es el que más molesta. Ve a alguien en redes sociales “faltando a las reglas de sana distancia” e inmediatamente le manda Inbox o Whats App criticándole su “irresponsabilidad” y no para ahí, toma captura de pantalla y lo reenvía a todos sus contactos añadiendo la crítica y el “enfado” de que por culpa de esa persona seguiremos eternamente encerrados. Es el que se encarga de hacer “Trendig topic” o tendencia el “Hashtag” #Covidiotas.
- El Falso
Este es especialmente odioso, lo peor es que es la mayoría. Se la pasa diciendo que no sale, que “solo va al super o solo sale si es muy necesario” y dice todo lo que el criticón y el paranoico quieren escuchar, pero al final hace reuniones clandestinas o hasta organiza bodas de 200 personas. Lo malo es que a algún “rebelde” que fue a su fiesta sube la foto en la red social y se le cae el teatrito. Se convierte rápidamente en comidilla del paranoico y del criticón, y el fascista pide que le apliquen la pena de muerte.
- El “Conspiranoico”
Este es un combinado de paranoico, criticón y rebelde.
Piensa que todo esto de la pandemia lo crearon los grupos de poder y que nos van a aplicar la vacuna con un chip para tener control de nuestras mentes. Entre otras muchas teorías “conspiranóicas”.
Aboga por que nadie se ponga ni la mascarilla y mucho menos la vacuna.
¿Tendrán razón? ¡Híjole! ¡Esto de ser “conspiránoico” es más contagioso que el mismo Covid!
Y tú… ¿Con cuál o con cuáles te identificas?
Ma. C.P. Adela Zonana