Dicen que todo en esta vida es un juego, el ser humano juega desde pequeño y también lo hace de grande.
Inventamos una necesidad, ponemos reglas y ¡listo! Comenzamos a jugar.
En el juego de la política mexicana a algunos les toca ser protagonistas, a otros antagonistas, a otros influyentes y a la gran mayoría nos toca ser extras y observadores.
Lo bonito de este juego es que los papeles pueden cambiar. De un momento a otro, el antagonista se convierte en protagonista y viceversa. También se vale cambiar de equipo. Un día somos del PRI el otro de Morena, luego al PAN o decidimos salirnos y crear un equipo nuevo.
Como en todo juego, la gente quiere ganar. ¿Cuál es el premio?
En México hay dos premios. El poder y el dinero.
¿Suena tentador no es así? Así que nuestros políticos dirán lo que la gente quiera escuchar para ganar el poder, después intentarán conservarlo y para ello necesitan dinero.
Es aquí donde entramos nosotros los contadores como observadores del juego.
¿Por qué? Es sencillo, una de las principales preocupaciones de nuestros gobernantes es la Hacienda Pública y la recaudación. Aunado a la gran presión que ejerce en ellos la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) a México en el Gran Juego Internacional. Los presiona para que recauden cada vez más y bueno, a nuestros jugadores políticos “no les molesta”.
Entonces, a cada rato (y digo a cada rato, porque es literal a cada rato), me toca estudiar las Reformas Fiscales, que en este sexenio están encaminadas a fiscalizar aún más.
Saliéndome de los “tecnicismos aburridos” que este tema siempre tiene, e intentando ver que sucede en mi país como observadora que en este momento me ha tocado ser, me doy cuenta de muchas cosas, la más importante, es que en realidad a nuestro gobierno lo que le importa es que cada centavo pague debidamente sus impuestos y castiga de la misma manera al que no pagó impuestos por no facturar todas sus ventas que al que no pagó impuestos por que se dedica a una actividad ilícita.
Desde el atentado que sufrieron los Estados Unidos el 11 de septiembre de 2001, este país ha intensificado las medidas para que los diferentes gobiernos detecten el lavado de dinero (“disque” para evitar la compra ilegal de armas y futuros atentados), y ha obligado a los diferentes países (incluyendo los que siempre han sido “Paraísos Fiscales”) a firmar tratados de intercambio de información.
Con esta nueva regla del juego que implementaron los Estados Unidos como uno de los protagonistas del juego a nivel mundial, está logrando que los poseedores de grandes fortunas retiren sus capitales de los diversos países y los regresen a Estados Unidos. Por que Estados Unidos no da toda la información, pero si la recibe.
Retornando al tema que nos atañe, nuestros políticos se tienen que cernir a las reglas de los países que si son protagonistas en el juego de la geopolítica en el mundo. Sin embargo, lo que a la gente dedicada a la política le importa es mantener el poder y recaudar impuestos.
Por eso, podemos ver por ejemplo a la senadora Lili Tellez cambiarse de Morena al PAN sin renunciar al puesto que ganó con Morena, o a Manuel Bartlett diciendo que “se cayó el sistema” en 1988 para darle el triunfo a Salinas de Gortari y ahora estar en el equipo de AMLO, o por ejemplo a Javier Lozano cambiarse indistintamente del PAN al PRI o al mismo Jose Antonio Meade, que fue candidato del PRI a la presidencia de la República sin ser miembro de dicho partido, entre otros muchos ejemplos.
También podemos ver que la oposición jugará a descalificar al gobierno en funciones sin importarle el bien del país, y sin importarle los valores con los que se supone que fundaron su partido, como, por ejemplo, una oposición de derecha criticando que AMLO se lleve bien con Donald Trump, cuando su ideología es antisocialista y lo que se supone que más miedo les debería de dar es que AMLO se incline demasiado a la izquierda y critique “al Imperio Yankee” como lo hacen los gobiernos de izquierda de Venezuela y Cuba. La oposición hará lo que sea para derrumbar al partido en funciones.
Por otro lado, el gobierno realizará una “cacería de brujas” para poder encontrar un “chivo expiatorio” y tener a quien echarle la culpa de todo. Regalará despensas, y hablará todas las mañanas para justificar sus errores. Todo esto para conservar el poder y recaudar dinero.
En fin, los contadores no siempre vemos solo los números, y los nuevos impuestos o las nuevas medidas recaudatorias. También vemos que Maquiavelo sigue vigente y lo aplican nuestros jugadores políticos mexicanos.
Ma. C.P. Adela Zonana Esquenazi
Adela Zonana es Contador Público con Maestria en Finanzas. Socia fundadora del despacho Zonana Consultores y Asociados, S.C. orgullosamente mexicana y madre de dos hijos.